martes, 9 de octubre de 2012

La Panera

La Panera, grandona como el poderio de la Quintana que la alberga, y testigo de bonanzas, escaseces y hasta de los primeros amorios.

Hoy, recuperada del olvido, suele albergar en sus paredes, el trastero de los recuerdos familiares y entre sus pegoyos, los restos de aperos de labranza de otro tiempo, que nos recuerdan la valía de nuestras generaciones anteriores, sus esfuerzos, y abatares. Cuando la escasez de lugar lo precisa, tambien hace las veces de buen garaje para el vehiculo de turno.

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