Dentro de los avances de nuestra reciente historia, figura la máquina de escribir. Hermoso medio de cominicación que nos ayudaba en el trabajo serio o selecto del día a día.
¡Lo difícil que era tener un artilugio de estos en España allá por los años 50 en una familia!, y no hablemos ya de marcas de importación. Sin duda, fué una etapa, donde la carencia era mucha, los avances pocos y los españoles les concedíamos muchísimo "bombo" a las cosas venidas de otras fronteras.
Como oro en paño, se custodiaban sobre el lugar privilegiado que se les había asignado. En muchos casos, tapadas, para que no se resfriaran...., pues los efectos nocivos del polvo o el aire, afectaban a la cinta entintada que nos permitía disfrutar de su escritura.
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