Ha pasado el invierno; fecundo en sus etapas de lluvia, frío, viento y abundante nieve, para regalarnos una hermosa y vulnerable primavera. El campo, apuesto en colorido, los árboles en flor y las plantas en su primera floración. Todo ello envuelto en aromas silvestres que recrea nuestro pensamiento el primer despertar a la belleza del cambio. " Un ciclo de la naturaleza" "La primavera".
Muerte y vida.- Pues para llegar aquí, ha sido necesario la preparación del ambiente. Frío y hielo, para limpiar la tierra que regada con lluvia y empapada de nieve suaviza sus entrañas y se queda relajada esperando los rayos de sol que la abriga para ayudarla en la germinación de nueva vida.
Los seres humanos seguimos un ciclo similar a la naturaleza.- El invierno, muchas veces despierta la debilidad en nuestro cuerpo y nos arranca desde muy adentro el deseo del olor a tierra mojada, a campo, a descanso, a fin.- También en otras ocasiones nos despierta el afán de la superación, la lucha por alcanzar nuevas metas, el ímpetu de un nuevo despertar sin fronteras. Cuando ésto te/nos suceda: Agárrate con fuerza a la ilusión, vívela en presente y suéñala "real cual la vida misma"
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